PMDS: ¿Qué es, a quién afecta y por qué ocurre?

Alrededor del 90% de las mujeres que menstrúan están familiarizadas con él: algo cambia en su bienestar emocional y físico poco antes de la regla [1]. En el 20-25% de los casos, estos síntomas premenstruales (SPM) son graves. En el extremo del espectro, entre el 1,6% y el 8% de todas las mujeres que menstrúan padecen SPM [1-3], una afección grave y crónica que puede desestabilizarte todos los meses.

Causas del SDMP

Las investigaciones suponen que el SDPM está causado por la hipersensibilidad a las fluctuaciones hormonales naturales (especialmente estrógenos y progesterona) y su efecto sobre sustancias mensajeras como la serotonina en el cerebro, lo que convierte al SDPM en una enfermedad neurobiológica. Aunque los niveles hormonales en sí son completamente normales, el cerebro reacciona de forma diferente a ellos en el SDPM [4].

PMDS: un diagnóstico oficialmente reconocido

En la actualidad, el SDPM está reconocido oficialmente como diagnóstico, tanto en el DSM-5 (2013), el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, utilizado principalmente en EE.UU. [5], como en la CIE-11 (2022), la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS, el estándar mundial [6].

¿Cómo puede saber si padece SMDP? [5]

Debe tener al menos cinco síntomas, incluido al menos uno que afecte a su estado de ánimo, por ejemplo:

  • Cambios bruscos de humor
  • Irritabilidad o rabietas
  • Tristeza o desesperanza
  • Ansiedad o tensión graves

y uno o más de los otros síntomas para hacer un total de 5 síntomas:

  • Poco o ningún interés por las cosas que normalmente le gusta hacer
  • Problemas de concentración o sensación de estar constantemente fuera de sí
  • Cansancio extremo o falta de energía
  • Antojos o alteración significativa del comportamiento alimentario
  • Dormir demasiado o demasiado poco
  • La sensación de estar completamente abrumado o de perder el control
  • Molestias físicas como pechos tensos, dolores musculares o articulares, hinchazón incómoda o aumento de peso.

¿Cuándo aparecen los síntomas del SDPM?

Los síntomas suelen aparecer la última semana antes de la menstruación; a veces incluso empiezan dos semanas antes. Suelen remitir unos días después del inicio de la hemorragia y apenas están presentes, si acaso, en la semana posterior a la regla [5].

¿En qué medida le afectan los síntomas en la vida cotidiana?

Los síntomas del SDMP deben tener un impacto notable en su vida, ya sea en el trabajo, en sus relaciones, en su tiempo libre o en las tareas cotidianas [5]. También es importante descartar otras posibles causas: Los síntomas no deben explicarse mejor por otras afecciones como la depresión o el trastorno de ansiedad [5].

Cómo afecta el PMDS a su vida

El síndrome de estrés postraumático no sólo afecta subjetivamente a la forma de sentirse, sino que puede poner patas arriba toda la vida. En el trabajo, el PMDS suele conllevar una menor productividad y más días de baja por enfermedad [8]. En las relaciones, puede dar lugar a discusiones, malentendidos y distanciamiento emocional, lo que puede convertir rápidamente el SDPM en una prueba de estrés para las parejas [9]. La autopercepción también cambia: muchos afectados se ven a sí mismos como una persona completamente distinta en la segunda mitad del ciclo, un fenómeno que suele describirse como el efecto "Dr. Jekyll y Sra. Hyde" [10]. El SDPM también está estrechamente relacionado con un mayor riesgo de depresión, trastornos de ansiedad e incluso comportamientos suicidas [11].

Diagnóstico PMDS

Para un diagnóstico oficial, debería llevar un diario de síntomas - durante al menos dos ciclos completos [7,10]. Si se está preguntando si su SPM podría ser SPM: Aquí encontrará el enlace a un diario de ciclo descargable de la innovadora obra El SPM como reto de la Dra. phil. Dipl.-Psych.Almut Dorn, Dr Anneliese Schwenkhagen y Univ.-Prof. Dr Anke Rohde. Con este diario puede documentar sistemáticamente sus síntomas. Mantenga el diario de síntomas durante al menos dos meses y presénteselo a su ginecólogo tratante en su próxima cita - él tiene la experiencia necesaria para determinar si se trata de SDPM o no. En el futuro, también podrá documentar cómodamente sus síntomas en la aplicación CAONA , de forma digital, segura y disponible en cualquier momento.

En pocas palabras: qué puede hacer en el PMDS

Documente sus síntomas: Haga un seguimiento de sus síntomas durante al menos dos ciclos menstruales, preferiblemente utilizando un diario de síntomas o una aplicación especializada. Así dispondrás de información sólida para la consulta con tu médico.

Busque apoyo profesional: asegúrese de hablar con un ginecólogo que esté familiarizado con el SDPM. Lleva tu diario y habla directamente con el PMDS.

Siga una dieta equilibrada y nutritiva: favorezca los alimentos sanos y de origen vegetal. Evita los alimentos muy procesados, el exceso de azúcar, el alcohol y el tabaco.

Haga ejercicio con regularidad: está demostrado que deportes como el yoga, el aeróbic, el pilates o la natación ayudan a combatir los síntomas del SDMP. Solo 20 minutos, tres veces por semana, pueden aportar mejoras notables.

Preste atención a sus niveles de estrés: se ha demostrado que las técnicas de relajación, meditación, yoga y atención plena reducen el estrés y mejoran el equilibrio emocional.

Infórmate y aprende a reconocer los aspectos positivos de tu ciclo. El conocimiento te ayuda a afrontar mejor el SDPM. Una visión holística de tus síntomas, es decir, reconocer no solo los cambios negativos sino también los positivos que se producen en tu cuerpo, refuerza tu autoconfianza a la hora de afrontar tu ciclo.

Consiga apoyo emocional: ya sea en un grupo de autoayuda, con un terapeuta o hablando con amigos, hablar es un paso importante hacia la curación. En este punto, le recomendamos el grupo de autoayuda PMDS Hilfe Verein. Aquí podrá hablar gratuitamente y sin compromiso con otros afectados de PMDS cada dos martes.

Sé cariñosa y paciente contigo misma: El SDPM no es una debilidad, tu cuerpo simplemente necesita apoyo. 🌱✨

Fuentes

  1. Dennerstein, L., Lehert, P., & Heinemann, K. (2012). Epidemiología de los síntomas y trastornos premenstruales. Menopause international, 18(2), 48-51. https://doi.org/10.1258/mi.2012.012013
  2. Lanza di Scalea, T., & Pearlstein, T. (2019). Trastorno disfórico premenstrual (Premenstrual Dysphoric Disorder). Medical Clinics of North America, 103(4), 613-628. https://doi.org/10.1016/j.mcna.2019.02.007
  3. Reilly, T. J., Patel, S., Unachukwu, I. C., Knox, C.-L., Wilson, C. A., Craig, M. C., Schmalenberger, K. M., Eisenlohr-Moul, T. A., & Cullen, A. E. (2024). The prevalence of premenstrual dysphoric disorder: Systematic review and meta-analysis (Prevalencia del trastorno disfórico premenstrual: revisión sistemática y metaanálisis). Journal of Affective Disorders, 349, 534-540. https://doi.org/10.1016/j.jad.2024.01.066
  4. Yonkers, K. A., & Simoni, M. K. (2018). Trastornos premenstruales. American Journal of Obstetrics & Gynecology, 218(1), 68-74. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2017.05.045
  5. Asociación Americana de Psiquiatría, 2013. Clasificación diagnóstica DSM-5. En: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. https://doi.org/10.1176/appi
  6. Reed, G. M., First, M. B., Kogan, C. S., Hyman, S. E., Gureje, O., Gaebel, W., Maj, M., Stein, D. J., Maercker, A., Tyrer, P., Claudino, A., Garralda, E., Salvador-Carulla, L., Ray, R., Saunders, J. B., Dua, T., Poznyak, V., Medina-Mora, M. E., Pike, K. M., Ayuso-Mateos, J. L., Kanba, S., Keeley, J. W., Khoury, B., Krasnov, V. N., Kulygina, M., Lovell, A. M., de Jesus Mari, J., Maruta, T., Matsumoto, C., Rebello, T. J., Roberts, M. C., Robles, R., Sharan, P., Zhao, M., Jablensky, A., Udomratn, P., Rahimi-Movaghar, A., Rydelius, P. A., Bährer-Kohler, S., Watts, A. D., & Saxena, S. (2019). Innovaciones y cambios en la clasificación CIE-11 de los trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo. World Psychiatry, 18(1), 3-19. https://doi.org/10.1002/wps.20611
  7. Endicott, J., Nee, J. & Harrison, W. Daily Record of Severity of Problems (DRSP): reliability and validity*.Arch Womens Ment Health* 9, 41-49 (2006). https://doi.org/10.1007/s00737-005-0103-y
  8. Heinemann, L. A., Minh, T. D., Filonenko, A., & Uhl-Hochgräber, K. (2010). Evaluación exploratoria del impacto de los trastornos premenstruales graves en el absentismo y la productividad en el trabajo. Women's health issues : official publication of the Jacobs Institute of Women's Health, 20(1), 58-65. https://doi.org/10.1016/j.whi.2009.09.005
  9. Ussher, J. M., & Perz, J. (2017). Evaluación de la eficacia relativa de la terapia cognitivo-conductual (TCC) para parejas con trastornos premenstruales (TPM) en comparación con la TCC simple y un control de lista de espera: un ensayo controlado aleatorizado. PLOS ONE, 12(4), e0175068. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0175068
  10. Dorn, B., Schwenkhagen, A., & Rohde, A. (2023). El SDPM como reto: El trastorno disfórico premenstrual como la forma más grave del SPM (2ª ed.). Kohlhammer.
  11. Chan, J.-H., Lo, C., Hsu, C.-D., Chiu, C.-C., Huang, M.-C., Liao, S.-C., Chen, I.-M., Chen, W.-Y., Chen, H.-C., & Kuo, P.-H. (2021). Premenstrual dysphoric symptoms and lifetime suicidal experience in patients with mood disorders (Síntomas disfóricos premenstruales y experiencia suicida a lo largo de la vida en pacientes con trastornos del estado de ánimo). General Hospital Psychiatry, 71, 82-87. https://doi.org/10.1016/j.genhosppsych.2021.04.009
  12. Trezza, A., y Krabbe, J. P. (2022). A vicious cycle: Using nutrition to combat the behavioural impact of premenstrual syndrome and premenstrual dysphoric disorder (Un círculo vicioso: el uso de la nutrición para combatir el impacto conductual del síndrome premenstrual y el trastorno disfórico premenstrual). Nutritional Foundations, 1, 1-12.